#como pueden ignorar a esta cosita de dios

[survive-angel]

Camino abierto.

Mi viaje descubriéndome inicio cuando era pequeño. Todo inició a los 4 aunque en realidad empezó a los 3, solo que ahí no me había dado cuenta porque teníamos todos jardineritos rojos y jugábamos todos juntos, eramos iguales, no había ninguna distinción. 

  A mitad de año, en sala de 4, me cambiaron a otro jardín en el que todo era distinto. Las nenas iban a un lado y los nenes del otro, nada lo hacíamos juntos, todo era de x grupo o de x otro, nos dejaban hacer lo que queríamos pero nadie lo hacía, ni los profes, no había una regla que decía "las nenas no pueden usar camiones y los nenes no pueden usar muñecas" pero de todos modos pasaba, y los compañeros se te reían, y las profesoras no hacían nada. A todo esto también me bulleaban, ya tenían todos sus grupos y yo intentaba integrarme, en clases de gimnasia era cuando me costaba más, porque yo quería ir con los nenes, porque soy uno. Pero ahí no lo entendía bien una vez le dije a mi profe de gimnasia por qué no me deja jugar con los niños si era un niño. Y él no entendió. Me dijo que yo era una niña y que debía ir a jugar con las otras niñas, casi gritándome. Desde esa vez no recuerdo decirlo con los adultos.

En la primaria constantemente estaba intentando meterme a los juegos en los que me sentía cómodo que surprise, eran los mixtos. Era como que no importaba cómo seas, siempre podías jugar en esos, no había nadie que te dijera que no podías jugar. Después me gustaba mucho jugar con los chicos, pero a mi me burlaban y la mayoría se alejaba de mi, me veían raro, no entendían, y era estar con ellos un rato y volver a ser apartado, las niñas me decían raro y cuando me veían se reían. Una vez una de esas niñas, cuando tenía 7, me dijo "vos no deberías usar vestido, tendrías que venir en pantalón, te ves mejor en ellos" la verdad no entiendo como algo tan claro como eso no lo había notado. Además varias veces me trató de él. No sé qué esperaba a darme cuenta. Esa niña no era de mi curso, era del B, era otra niña que tampoco la entendían pero ella tenía amigas en mi curso, así que no la pasaba tan mal, era una nerd la verdad pero también era inteligente en otras cosas como estas, ella en realidad fue la primera que se atrevió a decirlo.

 A los 9 estaba en otro colegio, con otra gente, me golpeaban. Me cambiaron de turno, otra vez a mitad de año, otra vez no encajaba. En ese era raro, estaba casi siempre con los chicos hablando de pelotudeces y de otras niñas, pero empezaba a desarrollarme y eso los incomodaba. A decir verdad, a mi también lo hacía. Intentaba esconderme sea como sea, no quería que me crecieran los pechos, sentía mucha angustia. Me empezaron a apartar por eso, tanto los niños como las niñas, otra vez estaba solo. Pero ahora no me entendía a mí. Era la disforia. 

  A los 10 me cambiaron de nuevo de colegio. Acá era aún más raro, iba de flor en flor pero en grupos. Estaba un tiempo con uno, otro tiempo con otro, encajaba de a tiempitos. Pero acá los niños si me aceptaban. Ahí la pasaba mejor. En ese tiempo me encorvaba muchísimo y me apodaron canguro jack, la verdad hice de ese apodo propio, y los chicos me llamaban de esa manera riéndose, al principio me molestaba, pero todos ellos tenían sus apodos de esa manera. Todos se llamaban de un apodo riéndose, ya sea por físico o por algo que pasó con esa persona. Estaba cada vez más con ellos. Aunque tenía una compañera que se ponía como loca por eso, porque jodía mucho con un chico que le gustaba. 

En esa época me hice una cuenta en mundo gaturro fingiendo ser un chico, la mantuve por varios meses, hasta había tenido novias y todo, me sentía cómodo, feliz, seguro, era una parte de mí que no entendía y estuve así meses hasta que dije que era una mentira. Que yo era mentira. Decidí volver a mi otra cuenta y siempre había algo que no me gustaba, algo que me molestaba, no era esa persona tan feliz que estaba, me aislaba de cierta forma, y siempre me decían que era un chico en esa cuenta, que me vista de chico, lo que hacía que me dieran ataques de ansiedad, donde solamente me iba corriendo de ese lugar y cerraba el juego, quedándome en shock, sin entender. Ahí fue cuando empecé a notar algo raro en mí, no comprendía, no me entendía, no me sentía cómodo en ese ambiente ni en ese lugar. 

  A los 10-11 fue cuando mi viaje con la disforia empezó a hablar por mí. Constantemente estaba intentando ser una niña y decía cosas como que el señor nos hizo niñas o niños, no existe nada más, no existen niñas que son niños, esas son mentiras.  Además de la conducta transfobica era homofobico, en realidad todo lo relacionado con la comunidad LGBT me perturbaba, me daba asco y decía que estaba mal, que dios no lo permite, y cada que decía esas cosas me dolía y tampoco entendía por qué. Al entrar al secundario tenia una compañera/amiga que se consideraba homosexual, tenia un cuaderno donde al final decía SOY HOMOSEXUAL varias veces, yo se lo descubrí, cerré el cuaderno y pensé "ok que pedo?" Ella se puso mega nerviosa y me dijo que no se lo diga a nadie.  No lo hice, y me lo agradeció, fue mi primera cercanía con las personas lgbt. Desde ahí comencé a replantearme muchas cosas (años luego me enteré que era pansexual, fue una de las que me abrió las puertas a investigar todo el tema). Pero de todos modos me achicaba constantemente, siempre me apartaba, intentaba no destacar, tenía algo que me molestaba y no entendía qué era. Habían muchas cosas que quería hacer y no lo hacía diciendo "es cosa de chicos y yo no soy uno, NO soy uno". Me sentía mucho más libre haciendo todo como se me plazca, pero no quería que me "confundieran" en realidad no quería que nadie se diera cuenta de lo que yo no quería darme cuenta, que era un chico.

A los 14 fue cuando comencé a meterme en el feminismo y en la comunidad lgbt, ya comprendía más cositas. A los 15 ya estaba dentro de ambas, me declaré bi y apoyaba muchas ideas del feminismo en general. Me gustaba casi todo, habían cosas con personas trans que realmente no entendía. A los 15-16 empecé a investigar el tema. Los entendía mucho más. Y empecé a percibir que había algo raro conmigo, pero aún no entendía, aún me faltaba algo que no había visto aún. En juegos siempre me pasaba lo mismo, me decían que era un chico, yo realmente no entendía por qué lo decían. Empecé a buscar vestirme de una manera más andrógina en ellos y en la vida real a los 16. En un momento en esos años descubrí el no binarismo. Se me hacía fascinante, un género más que no sabía, una nueva manera de hablar, una nueva forma de vestir, tantas cosas nuevas que no sabia que existían ni que habían en este mundo, me empecé a meter más y más y más y más hasta que me vi viviendo de esa forma, fue cuando dije stop y empecé a investigarme a mi mismo. Por inicios primavera, finales de invierno ya estaba dudando de mí género, estuve tiempo buscando, investigando, preguntando, hablando.

  Entre principios de diciembre y finales de noviembre me di cuenta de la verdad: no era una chica. O al menos, en ese momento creí no serlo totalmente. Creí ser una persona genderfluid con 3 pronombres: él, ella y elle. Con parte neutra. 

 La verdad no estaba tan confundido, solo había una pequeña cosa con la que no estaba contando: no era ella. A los 17 todo este cambio me costó muchísimo, no me sentía bien en la secundaria ni en ningún lado. No me sentía yo. No me sentía bien. Estaba constantemente pidiendo cambiar entre mis tres pronombres y mis amigas de ese entonces no lo entendían.  Y me dolió muchísimo en especial de una que consideraba mi mejor amiga y era la que menos me prestó atención cuando pasó todo esto. Me dolió muchísimo eso.  Entre todo eso y un ambiente de mierda en casa lloraba todo el tiempo, hasta lloraba en los colectivos siendo que detesto llorar en público. Lloraba solo en los recreos, lloraba solo en casa, lloraba de tanto dolor que sentía. Empecé a ignorar a todo el mundo, hasta cambié un poco de personalidad. Me había vuelto a poner un caparazón y no había forma de que me quitaran. Ya no quería saber nada, me sentía completamente solo y sin nadie, me sentaba solo, ni me molestaba en hablar con alguien. La disforia con todo eso solo aumentó y aumentó más con todo, sentía que no tenía personas que me comprendan en eso más que mi pareja y un amigo que encima se confundía a cada rato. Me sentí inválido y que nadie iba a entenderme así, me empecé a hundir cada vez más.

 Ahí apareció una vieja amistad, un día, hablamos pero yo no iba a perder mi tiempo en transfobicos así que le expliqué toda mi situación, me abrazó, me dijo que me iba a apoyar en todas y con ese abrazo dejé de sentirme tan solo, tan incomprendido.  Desde ese día dejé de estar con el otro grupo tanto, estaba constantemente con ella y con otra amiga de otro curso, la disforia continuaba pero todo el viaje en ese último año se había vuelto más llevadero gracias a que ellas estaban ahí. Y me pude comprender más.

En 2019 me di cuenta que en realidad no tengo lado ella, llevaba meses más que nada siendo él, no tenía ella, mi lado "ella" era la completa disforia hablando por mí.

Era la disforia que tenía a los 9 intentando ocultar mi pecho. 

Era la que a los 11 me hizo decirle a mi vieja que me depile las piernas para la graduación. 

Era la que entre los 12 y los 14 me hacía comportarme como "toda una señorita" para agradar a los hombres. 

Era la que a los 4 me hacía sentir raro. Era la que impedía que jugara tranquilo en el recreo a los 7. 

Era la que hizo que me creara otro yo para jugar sintiéndome un poco más a como era realmente a los 10-11.  

Era la que hizo que fuera con maquillaje al colegio, aún sintiéndome incómodo con eso. 

Era la que a los 14-15 hizo que me entrara una crisis para encajar a como dé lugar. 

Era la que me decía que me muestre así me sentía mas chica, con prendas transparentes.  

 Era la que me hizo pensar que debía ser una chica perfecta para ser una chica, para dejar de que me sintiera tan mal, con el vacío, con los ataques de incomprensión, las crisis existenciales. 

Era la que me impidió hacer tantas cosas por tantos años. La que me impidió ser yo.

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-A-ah...m-mis caramelos.--- murmuro mirando a su último caramelo caerse al suelo, el pequeño se agacho y lo tomo en sus manos con pequeñas lagrimas en los ojos, esto ya no era comestible y no podía comprar más de ellos.

Su mamá le había dicho que no iba a darle más dinero hasta la próxima semana porque últimamente Sora estaba siendo algo glotón con los dulces y el azúcar no era bueno para el, lo hacían muy hiper. Quizás podría ir a pedirle a Riku algunos pero no sabía donde estaba.